viernes, 2 de mayo de 2008

LA VISPERA

En la noche de la víspera –el 2 de mayo- la fiesta ha llegado a su apogeo. Renca va adquiriendo un aspecto diametralmente opuesto al que le es habitual; por otro lado se ve gente, luces animación. La novena está concurridísima y mientras se reza muy pocas personas andan por las calles. Pero una vez concurrida, una gran animación llena las calles y las carpas. En muchas partes se canta y se baila al compás de guitarras, bandoneones y orquestas de las conocidas con el nombre de “características” y cuyos instrumentos (clarinete, batería, contrabajo y saxofón) y repertorio (especies musicales foráneas) ponen una nota discordante en el tradicional pueblo de Renca. En otros lugares, guitarras acompañan el canto nativo, especialmente las tonadas cuyanas. Al compás de gatos, zambas y valses que interpretan guitarreros y bandoneonístas, bailan algunas parejas. Pero la mayoría de los concurrentes a las carpas prefieren escuchar o mirar mientras comen algunos bocados, acompañados de abundante bebida. El ambiente en carpas es en general, tranquilo, aun en esta noche de víspera. No hay alegría desbordante, gritos, risas ni peleas. Sólo el beber no se siente la mesura, a veces. La noche del 2 de mayo casi nadie duerme.

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